Pintor nacido en la ciudad de México, Salvador es un artista
polifacético y múltiple. Si bien su desempeño como letrista,
cantante y compositor de los destacados grupos de Rock “LA
CASTAÑEDA” (1989-2019) y “SALVADOR y los EONES” (2008-
2019), continúa acrecentando su legado discográfico, así como
el de sus conciertos en vivo, su labor pictórica se crece en la
actualidad.
Desde temprana edad abordó los escenarios de la declamación
escolar en concursos de poesía clásica, llevando siempre el
dibujo como parte natural de su exploración del mundo para
abrirse nuevos horizontes creativos que naturalmente, se
volcaron en la pintura autodidacta incursionando en el paisaje y
el retrato, inicialmente inspirado y guiado por el firme apoyo de
un talentoso y dedicado padre, de quien hereda estos dones.
Los diferentes personajes y escenarios que nos presenta Salvador Moreno
en su teatro de ilusiones se muestran a veces pasionales, tensos,
otras veces dispersos, ensoñados.
Abstraídos de la realidad, algunos provienen de un mundo onírico,
otros son observados por el artista en momentos íntimos.



libres de todo juicio, desplegando malabares,
escondiéndose detrás de antifaces.
Salvador describe de manera realista una serie de caracteres sobrenaturales,
seres abstractos que representan ideales.
Arcanos de un pasado imaginado que relatan una historia fantástica.
Desde temprana edad abordó los escenarios de la declamación
escolar en concursos de poesía clásica, llevando siempre el
dibujo como parte natural de su exploración del mundo para
abrirse nuevos horizontes creativos que naturalmente, se
volcaron en la pintura autodidacta incursionando en el paisaje y
el retrato, inicialmente inspirado y guiado por el firme apoyo de
un talentoso y dedicado padre, de quien hereda estos dones.
Salvador Moreno
crea escenarios que nos enfrentan a universos alternativos.
Submundos en los que de manera acordada se puede ver lo que no se desea.
Como una extensión de nuestros deseos:
reflejo de luces y sombras que nos son propias.
Como en un carnaval, actores, bufones y algunos demonios terrenales
se presentan en la obra de Salvador Moreno,
en la piel de personas comunes y corrientes.
Teatrales, las escenas se continúan dispares y anecdóticas,
cotidianas y surreales, una danza de representaciones constante.







Actualmente la obra pictórica de Salvador explora el conflicto existencial del ser
humano, ante la disyuntiva que plantea la evolución y la decadencia como dos
portentos que nos atraen con el mismo poder. Aspirando hacia una tendencia “Neo
Tenebrista”, de dramáticas situaciones y contrastes lumínicos, adentrándose en
visiones oníricas-filosóficas, embestidas con un halo atemporal, en busca de una
poderosa emocionalidad tridimensional, por medio de las técnicas antiguas como el Temple Veneciano y Barroco, con el propósito de aportar reflexiones constructivas hacia el salto cuántico de la nueva conciencia en busca del NEO
RENACIMIENTO.

















