Habana, son tus mil luces
fulgores de cocuyos
que se tornan miradas femeninas,
flores sombrías de las frutas carnales.
Aroma de alcoba y de jardín,
en el camino de mi triste vida
hallé una flor.
Fragmento de Impresión de la Habana, de José Juan Tablada
Dariel Pérez Gallardo es un artista que dibuja una poesía y
hace retrato la canción.
Compases indefinidos
de una melodía plástica.
El color recorre apenas delineando las formas,
que son relatos o postales de lugares vistos con cierta ilusión.
Las plumas de los abanicos
y las sedas de las hamacas
se mueven como las mujeres
y como las palmeras.
Se incrustan en tus farallones
los huesos de los españoles.
El azul de tu cálido
mar lleno de luz.
Fragmento de Impresión de la Habana, de José Juan Tablada
Lo cálido se une con lo frío,
Lo latino con algo europeo.
Dariel logra unir corrientes
que ilustran la mixtura
de nuestro continente.
La magia hallada en la realidad
es experimentada desde un lugar propio:
Un simbolismo de figuras alargadas y paisajes ilustrativos a modo de escenario.
en los que se superpone el paso del tiempo real con lo imaginado
Como caligramas,
las obras de Dariel parecen estar dibujadas con palabras,
notas musicales.
Se distingue un fraseo,
una rítmica que hace vibrar al observador.
Como acordes atravesando los muros,
bailando en un concierto enérgico,
descargando su fuerza tonal contra nuestra mirada atónita,
el expresionismo va de la mano de una mística no reconocida.
Momentos que ocurren en otro plano de la existencia.
Seres que se parecen a nosotros y lugares que nos resultan familiares
pero son más vívidos y al mismo tiempo difuminados.
Dariel Pérez Gallardo presenta la realidad con un caleidoscopio,
que nos lleva atrás y adelante en el tiempo.
Como si estuviéramos soñando, las figuras se traslucen, doblan y superponen.
Momentos que pueden ser instantáneas de una realidad cercana y al mismo tiempo paralela a nuestros sentidos

Obra y bio