Agustín Pecchia es un artista nacido en Bariloche en 1981.
Como todos los jóvenes nacidos en la década del ´80, Agustín ha tenido la oportunidad de vivir un momento único de la historia: el desarrollo exponencial de las tecnologías de la información. Este no es un dato menor a la hora de aproximarse a su obra, porque estas etéreas construcciones en forma de red podrían ser identificadas como el símbolo por excelencia de nuestra sociedad hiperconectada. Es posible que el arte del Siglo XXI se base cada vez más en sistemas que, a la manera de un gran organismo vivo, crezcan extendiéndose bajo la uniformidad de un lenguaje-código dado.
En esta nueva era signada por el uso que le damos a la información, más que a la posesión de la misma, conceptos como conectividad, integración y trabajo simultáneo adquieren nuevos significados que buscan una ampliación de la conciencia humana. Esta sería la reflexión última que podríamos leer en su propuesta.
Agustín es egresado de la Carrera de Diseño Escenográfico de la Universidad Nacional de Cuyo.
Fue docente interino de la Universidad Nacional de Río Negro, a cargo de las cátedras Diseño del Espacio Escénico, Luminotecnia, Diseño Sonoro y Dirección de Arte.
En la actualidad se encuentra finalizando su Maestría en Tecnología y Estética de las Artes Electrónicas en la Universidad de Tres de Febrero.
En Buenos Aires, ha participado en más de 40 exhibiciones, entre ellas la reconocida muestra FASE 5.0 de Arte, Ciencia y Tecnología, que se lleva a cabo en el Centro Cultural Recoleta. En la actualidad vive en la ciudad de San Carlos de Bariloche, allí trabaja en diferentes proyectos desempeñándose como director de arte, docente y desarrollador tecnológico.
También dicta diversos talleres y seminarios siendo su especialidad la utilización de la luz para el diseño de espacios y escenas.
Su trabajo también presenta una línea de pensamiento que incluye la interactividad y el juego, enfocándose muchas veces en los niños y su capacidad para adoptar de manera espontánea nuevas formas de comunicación:
“ Considero que el arte tiene el potencial para sanar, y al mismo tiempo ampliar la percepción y creatividad en las personas a las que va dedicada una obra”.
Agustín Pecchia es un creyente del arte como un lenguaje universal, que dejará de lado antiguas modalidades a la hora de percibir, crear y también adquirir una obra:
“Mi producción artística actual busca proponer una nueva relación con la comercialización de las obras de arte, crear algo paralelo al mercado tradicional en donde el comprador de arte paga como en cualquier otra profesión por las horas de trabajo (que tienen un valor fijo pero que va aumentando a medida que el artista va ganando reconocimiento en el medio local, provincial, regional, nacional o internacional). De este modo la obra tiene precios accesibles y se adapta a la realidad económica de los compradores emergentes de arte contemporáneo posibles futuros coleccionistas .“