Semir Saphïro, nacido en Medellín, Colombia, en 1972 – es el nombre artístico surgido en sueños de Juan Camilo Pérez Munera.
Demostrando una gran atracción por las artes plásticas desde la infancia, sus primeros dibujos fueron atesorados por su madre.
Durante la preadolescencia viaja con su familia a Estados Unidos por motivos laborales de su padre. Allí es donde comienza a desarrollar una mirada particular de la realidad.
Luego de residir dos años en Norteamérica, a los doce años, viaja a Europa para radicarse con su hermano, allí conoce otras facetas de la vida, y poco a poco descubre las grandes preguntas del ser humano y cuestiona sus convenciones impuestas.
De carácter apasionado, su amor por una vida sin clichés ni formalismos lo llevaron a conocer y frecuentar diferentes ámbitos artísticos, coincidiendo así con artistas circenses, actores de teatro, artistas plásticos y escritores. Estas experiencias dejaron una huella en la personalidad, influyendo para siempre en su forma de ser y existir.
Cuando regresa a Colombia se gradúa en una carrera tradicional, aunque sin abandonar su amor por el arte.
En 2001 regresa a los Estados Unidos. Allí empieza a estudiar la anatomía del caballo, cuyas formas le resultan impresionantes. Semir Saphïro ve en los caballos la representación de su brío personal. De esta observación surgen estudios en carboncillo. Experimentando con diferentes técnicas y texturas, trabaja en lienzos de gran formato que le permiten plasmar con mayor soltura la fuerza que brinda la figura briosa y llena de energía del caballo. Moviéndose y observando la obra, juega con la expresividad, maravillando al espectador con la apostura y la presencia de estos animales.
Luego de un tiempo, regresa a Colombia para iniciar su formación académica. Estudia dibujo y pintura con los Maestros Belarmino Miranda y Jorge Valderrama donde aprende la técnica de la pintura al óleo.
Con el objetivo de reencontrar la inspiración que había conocido en su adolescencia y juventud, realiza otro viaje a Europa, esta vez a España. Allí se acerca a los grandes museos de la capital española y experimenta la sensación de observar de cerca las grandes obras del arte universal.
Luego, continúa su recorrido en Italia, acercándose a sus grandes obras y maestros. Allí visita las montañas de Carrara, y adentrándose en ellas de la mano de los mineros, descubre las entrañas de donde el gran Miguel Angel sacaba el material preciado para desarrollar sus majestuosas obras. Toda esta experiencia lo lleva a aprender el oficio de la escultura con este hermoso mineral.
En este viaje a Italia su objetivo fue entrevistarse con un gran artista colombiano cuyos talleres de fundición se encuentran en Pietrasanta, Fernando Botero. Allí vió y palpó los procesos de fundición del bronce para la creación de grandes obras.
De regreso en Colombia, en una búsqueda incansable de aprender más de las técnicas escultóricas conoce al maestro Julio Londoño, en quien encuentra a un gran amigo, convirtiéndose en un gran maestro que acompaña a Semir Saphïro en su carrera artística.
Semir Saphïro juega con la materia,
y con la personalidad que otorga esta materia a distintos personajes,
que son ideas, idealizaciones de formas halladas en una búsqueda imparable en el movimiento.
Distintas características nos hacen recordar
a una obra de tintes románticos,
en donde las imágenes son capturadas a vuelo,
en una fuga de color e impresiones,
dando origen a esculturas y pinturas que vibran en el momento, mientras las observamos.
La magia encontrada en escenas
que son reflejo de un pensamiento.
Esculpiendo en la materia, investigando en la imagen,
Semir Saphïro va encontrando sentido en un espacio,
que se genera en las concavidades de las obras.
Costumbres de una vida moderna y al mismo tiempo pasada, atemporal
representadas en trazos vibrantes,
en cartelerías con tonalidad imaginada.
Semir Saphïro logra revisitar un pasado
situado en una historia alternativa.
Una obra textual, descriptiva,
capaz de ser relatada.
Creada con una mirada latina, de musicalidad particular,
y que al mismo tiempo,
reinterpreta técnicas de trabajo propiamente europeas.
Imágenes nacidas en el taller:
oníricas, transfiguradas,
teatrales, dispares y anecdóticas,
una danza de representaciones constante.

Semir Saphïro es un artista moderno,
Las experiencias, los viajes y las tradiciones
se unen en figuras surgidas de espacios de
lucha, ensoñación y meditación…
Semir nos ofrece un recorrido por su percepción, relatándonos acerca del aprendizaje y el valor de
los oficios originales.
Creaciones que son el resultado de su historia personal como discípulo de grandes maestros
y de la transmisión de conocimientos y formas de trabajo ancestrales.





