Como un arqueólogo, Martín Guerrero atraviesa las Edades de la Historia en busca de las expresiones materiales del hombre.
Símbolos que inspiran respeto, primeros intentos de organización del trabajo y del tiempo. Figuras rituales que dieron origen a la vida.


Brea y membrana asfáltica en estado crudo, mostrados en su forma más literal, sin metáforas de por medio. Elementos que no son apreciados por su capacidad expresiva, sino que están siempre ligados a la utilidad, a fines concretos. Concreción que produce belleza.
Martín Guerrero es una artista argentino nacido en 1978. Licenciado en Artes Visuales en el IUNA (Instituto Universitario Nacional del Arte). Se ha formado en el taller de Patricio Larrambebere (2006 – 2010).
Realizó el Seminario de Arte Contemporáneo, Contexto y Análisis de Obra a cargo de Gabriel Baggio. Ha sido seleccionado para participar del programa PAC 2012 para artistas visuales (Prácticas Artísticas Contemporáneas organizadas por la Galería Gachi Prieto),en donde asistió a las clínicas de obra de profesionales como Rodrigo Alonso, Carlos Herrera, Gabriel Valansi, Eduardo Stupia y Andrés Waissman.
Actualmente trabaja en el Centro Cultural Haroldo Conti, ex ESMA,en donde ha realizado proyectos de sitio específico.
Podríamos decir que sus obras son esculturas, o también trabajos que se agrupan bajo la categoría de site specific, cuyo objetivo es resignificar el espacio en el que se hallan. Al elegir ciertas superficies y cubrirlas con membrana asfáltica, cambia la percepción que tenemos de un objeto o construcción, generando una nueva mirada sobre los materiales.

Guerrero presenta los rasgos más masculinos de la Historia de la Civilización-Industria, con el objetivo final de cuestionar dichos símbolos y costumbres. Frente a este elogio del trabajo y la construcción vislumbra un agotamiento de los materiales no renovables.
Sus monolitos y obeliscos están hechos en brea, un derivado del petróleo. De éste provienen la mayoría de los objetos que conforman nuestra vida moderna, por eso el artista se refiere a su serie como “La Edad de los Hidrocarburos”.
Así es como se produce una reflexión acerca de la evolución del hombre. Sólo teniendo conciencia del pasado podremos cambiar nuestro futuro.
